lunes, 2 de febrero de 2009


El pasado 27 de diciembre la Unesco declaró el año 2009 como Año Internacional de la Astronomía (AIA). Se ha elegido este año, a propuesta de Italia, por ser el 400 aniversario del nacimiento de Galileo (1609) y porque Galileo utilizó, por primera vez, el telescopio para hacer estudios de Astronomía.

En 1609 también tuvo lugar la publicación del libro de Kepler, "Astronomia nova".
En el mundo moderno, Kepler es más conocido por sus tres leyes de movimiento planetario. Dos de sus leyes fueron publicados en este libro. Aún cuando cometió un número de errores en sus cálculos y razonamientos cuando avanzaba, ellos siempre parecían anularse. La primera ley de Kepler enuncia que los planetas se trasladan alrededor del Sol en órbitas elípticas, con el Sol ubicado en uno de sus focos. Este principio iba en contra de la teoría aceptada durante 200 años, que creía que los planetas viajaban con movimiento uniforme en sus órbitas circulares (también la creencia de Copérnico, quien llevó la teoría heliocéntrica adelante). Su segunda ley, que realmente fue descubierta primero, postulaba que la velocidad de los planetas variaba de acuerdo a su translación alrededor del Sol. No obstante, también demostró que los planetas recorrían áreas iguales de su órbita en tiempos iguales. Esto es, el área de la órbita elíptica que fue recorrida en una cierta cantidad de tiempo siempre permanecía constante. Así, Kepler desechó la largamente aceptada idea de órbitas planetarias circulares y la antigua creencia de que los planetas viajaban en sus órbitas con una velocidad constante. Estas leyes lograron un gran impacto y los astrónomos pudieron eventualmente disponer de ecuaciones (que estaban allí sólo para preservar la apariencia de movimientos uniformes circulares), que ayudaron a construir una versión más simple del universo de Copérnico. En este sentido, la astronomía podía por primera vez describir la realidad física del universo. Kepler también reiteró su creencia en que una fuerza que emanaba del Sol regulaba el movimiento planetario. Así, pudo explicar completamente la causa del movimiento celeste. Una vez Kepler estuvo convencido de que las órbitas planetarias tenían formas ovaladas en vez de circulares, se esforzó en encontrar una fórmula matemática que describiera la forma de los órbitas. Trató de hacerlo pero falló. Persistió en este problema alrededor de un año y finalmente llegó a una ecuación que parecía describir exactamente la órbita. Kepler menciona como un acto de “Divina providencia” que este problema haya caído en sus manos. La teoría de Kepler, contribuyó con las tres leyes planetarias, que fueron importantes instrumentos para definir después las leyes de gravitación universal de Newton.
1. Los planetas se trasladan alrededor del Sol en órbitas elípticas con el sol localizado en uno de sus focos.
2. Cuando los planetas recorren sus órbitas, recorren igual área en iguales tiempos, no importa dónde estén en la órbita.
3. La distancia de la órbita del planeta al sol al cubo, es directamente proporcional al tiempo, que tarda el planeta en trasladarse alrededor de la órbita, al cuadrado: a3/p2 =K
Matemáticamente, esto puede ser enunciado como: , donde “a” es la distancia de la órbita del planeta desde el sol, “p” es el período, el tiempo que tarda el planeta en dar una vuelta al sol, y “K” es una constante.


2 comentarios:

  1. Como yo no me siento capaz de entrar en el plano científico,aunque me parece interesante y estoy aprendiendo mucho,me atrevo a enviarte un comentario que va en la línea de la anécdota.

    La iglesia condenó a Galileo por decir que la tierra no es el centro del universo; lo obligan a retractarse, este lo hace y al abrir la puerta se vuelve y dice: “sin embargo se mueve”.
    Un abrazo amiga

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  2. Madre mía, cuánto os admiro a los científicos. Mi mente no fue diseñada para entender estos conceptos. Sin embargo, vosotros-as si tenéis sensibilidad para entender una obra de arte o emocionaros con una literaria. !Qué envidia! Carmen.

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